domingo, 17 de enero de 2016

PAISAJES NATURALES, PAISAJES CANARIOS.

Se llama paisaje natural a aquella parte del territorio del planeta tierra que se encuentra casi virgen del hombre, es decir, prácticamente no ha sido modificado por su acción.

Son lugares representativos de los diferentes ecosistemas, formaciones o paisajes naturales. Implican un papel relevante en la conservación del ecosistema, pudiendo de este modo asegurar la continuidad evolutiva de las diferentes especies que se hallen en él. Otras exigencias resultan ser: la conservación de aquellas comunidades vegetales o animales, de manera tal que impidan la desaparición de cualquier especie, o por lo menos que mantengan pruebas selectas del material genético y la investigación científica, educación ambiental o por lo menos el control y el estudio de los parámetros ambientales. Y por otra parte, que realicen dos contribuciones importantísimas, por un lado, al mantenimiento y mejoramiento de los sistemas hidrológicos y de abastecimiento de agua y por otra parte, contribuir al control de la erosión así como al de la sedimentación.

Algunos ejemplos de paisajes naturales son: los parques (áreas naturales poco transformadas por la mano del hombre, las cuales, ya sea por su belleza, representatividad de sus ecosistemas, singularidad de su flora o fauna, poseen valores estéticos, educativos, entre otros, cuya conservación merece ser llevada a cabo) las reservas naturales (espacios naturales que se protegen por su rareza, fragilidad, importancia o singularidad) y los monumentos naturales (espacios o elementos de la naturaleza que están conformados por componentes singulares, bellos y entonces merecen ser protegidos).


En nuestra comunidad, Canarias podemos encontrar paisajes muy variados: de cumbre, de medianía y de costa.

Muchos paisajes canarios han sido declarados de interés natural y están protegidos, como los de Los Lajiales en el Hierro, el malapís de Güimar en Tenerife las playas de Jandía en Fuerteventura, las dunas de Maspalomas en Gran Canaria, los Órganos en La Gomera, el bosque de los Tilos en La Palma y el acantilado de Famara en Lanzarote.


En Las Palmas de Gran Canaria contamos con un espacio natural que es el tesoro de nuestra ciudad, la Playa de las Canteras.

El nombre de la playa siempre ha estado vinculado a La Barra, una roca sedimentaria de arenisca y deposiciones calcáreas que discurre en paralelo a la orilla, proporcionándole abrigo frente al oleaje del norte y confiriéndole una personalidad propia. Antiguamente se la conocía como playa del Arrecife, debido a que La Barra emergía del agua como un arrecife. Posteriormente, ésta fue explotada como cantera para extraer la roca que se destinó, entre otros usos, a numerosas construcciones de la ciudad como la Catedral. En recuerdo a esta práctica, ya abandonada, pervive hoy el nombre de playa de Las Canteras.



La Playa de las Canteras es una gran reserva de vida marina. El fondo marino de Las Canteras se ha convertido en un referente a nivel regional por su gran riqueza en cuanto a flora y fauna. Crustáceos, fulas, estrellas de mar y praderas de algas son algunos de los valores naturales que distinguen este litoral, que abarca más de tres kilómetros de largo.


Los charcos resultantes de la bajamar permiten disfrutar de una fauna específica que da la oportunidad de observar especies como los cabosos, barrigudas, fulas, pejeverdes, pulpos y las algas pardas.


La Barra se dibuja como uno de los escenarios frecuentados por aves marinas que acuden en busca de alimentos. Algunas de ellas son chorlitejos, gaviotas y vuelvepiedras, animal cuya coloración varía en función de la estación.

Ya en el mundo submarino, el tipo de fondo atrae a diferentes organismos. En suelos arenosos priman peces como las arañas, los lagartos y los moluscos cuyo objetivo es dar con algún bocado. Las praderas marinas se conocen popularmente como sebadales. Las raíces y los tallos de los sebadales se convierten en alimentos de animales que viven bajo la arena. Junto a esta planta marina se da otro tipo de pradera, la alga verde que se encuentra dispersa a lo largo de la bahía y se caracteriza por su remate a modo de paraguas.




En cuanto a la fauna, fulas negras y blancas, sargos y salemas son algunos de los peces que abundan en Las Canteras. Una de las especies carismáticas es la vieja. A ello se suman especies que no son tan comunes de ver, como la carmelita. Hay otras clases, como las bicudas, medregales, abades y grandes chuchos, que destacan por su singularidad y que son localizadas en determinadas ubicaciones del litoral. Incluso, en el caso de Playa Chica, se observan erizos negros de púas largas.




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